Empastes, restauraciones

La lesión de los dientes se produce la mayoría de las veces por las caries, que son una infección del tejido dental producido por las bacterias patógenas bucales, antes llamada placa dental o placa bacteriana y hoy biofilm dental. Los ácidos producidos por el metabolismo de ese biofilm producen en el esmalte del diente (la capa externa de cristal que lo protege de las agresiones exteriores) el mismo efecto que el de un taladro. Una vez atravesado el esmalte de la corona, llegan a la dentina o marfil donde la destrucción avanza en sentido radial comiéndose el diente y transformándolo en un tejido blando como el queso.

El papel del dentista consiste en eliminar todo el tejido destruido, limpiar el tejido dentario sano remanente y hacer un empaste, que es un parche que durará unos años. Ese parche tiene unos coeficientes de expansión y contracción diferentes a los de las capas del diente, por lo que a los años se producirán microgrietas o microespacios por donde volverán a penetrar esas bacterias para reproducir la caries. Por esto es tan importante hacerse revisiones periódicas de la boca. Así detectamos los más mínimos cambios en las estructuras dentales y nos adelantamos al avance de esas caries.

Después de una ortodoncia pueden quedar huecos entre los dientes. Nosotros los cerramos para que queden mejor estéticamente y sin espacios.

A veces los dientes tienen una malformación congénita que les da un aspecto patológico y que es fácilmente disimulable o reparable.